El concepto de la Ciudad de los 15 Minutos ha cobrado fuerza en los últimos años como una visión para un futuro urbano más sostenible y eficiente. Esta idea, acuñada por el urbanista Carlos Moreno en 2016, propone un entorno donde los residentes puedan acceder a todos los servicios esenciales —trabajo, educación, salud, comercio y recreación— en un radio de 15 minutos a pie o en bicicleta​. Aunque a simple vista parece una utopía urbana, varias ciudades ya están implementando este modelo, demostrando que puede ser una realidad viable.

 

¿Qué es una Ciudad de 15 Minutos?

La idea central es diseñar ciudades de manera que las personas no necesiten depender del automóvil para su vida diaria. En lugar de planificar barrios separados por zonas de uso exclusivo, como áreas residenciales, comerciales y de oficinas, la Ciudad de los 15 Minutos busca una integración equilibrada de todos los servicios, promoviendo el bienestar social, la cohesión comunitaria y la sostenibilidad ambiental.

Sin embargo, a pesar de sus numerosos beneficios, este concepto ha generado controversia. Las teorías conspirativas han tergiversado la idea, afirmando que las ciudades de 15 minutos limitarían la libertad de movimiento de los ciudadanos. Estas afirmaciones infundadas han generado resistencia, pero en los lugares donde el modelo ha sido implementado, los resultados han sido mayoritariamente positivos.

El Rol de las Inmobiliarias en la Construcción Responsable

Para que la Ciudad de los 15 Minutos sea una realidad, las inmobiliarias deben asumir un rol proactivo en la planificación de proyectos que consideren el impacto social y ambiental. Es fundamental que las nuevas construcciones no solo ofrezcan viviendas, sino también servicios integrados que mejoren la calidad de vida de los residentes y del entorno.

La responsabilidad de las inmobiliarias incluye desarrollar proyectos que no promuevan la expansión urbana desmedida, sino que favorezcan la regeneración de espacios existentes. Esto implica diseñar infraestructuras que faciliten la movilidad sostenible, como vías seguras para bicicletas y peatones, áreas verdes que fomenten la interacción social, y la inclusión de servicios básicos a distancias accesibles. Así, se evita la dependencia del automóvil y se promueve una vida más saludable y sostenible.

Casos de Éxito: Ciudades Implementando el Modelo de los 15 Minutos

París, Francia: La alcaldesa Anne Hidalgo ha adoptado el concepto y lo ha incorporado en la transformación urbana de la capital francesa. Las escuelas, parques y áreas comunitarias se están rediseñando para que sean accesibles a pie o en bicicleta.

Barcelona, España: A través del modelo de las supermanzanas, la ciudad ha cerrado calles al tráfico, creando espacios peatonales y zonas verdes que fomentan la cohesión social y mejoran la calidad de vida.

Melbourne, Australia: Con su iniciativa de vecindarios de 20 minutos, la ciudad busca reducir los desplazamientos en automóvil, facilitando que los residentes accedan a todos los servicios esenciales a poca distancia.

Shanghái, China: El Great City Plan busca desarrollar pequeñas ciudades satélite donde los habitantes puedan tener acceso a todo lo necesario sin desplazarse grandes distancias, promoviendo una vida más sostenible y equilibrada.

Portland, EE. UU.: El plan Complete Neighbourhoods tiene como objetivo que el 80% de los residentes puedan realizar todas sus actividades diarias sin alejarse más de 20 minutos de sus hogares.

Bogotá, Colombia: A través del proyecto Barrios Vitales, la capital colombiana busca recuperar espacios públicos, priorizando a peatones y ciclistas, mientras dinamiza la vida cultural y comercial de sus barrios.

Suecia: El proyecto Street Moves permite a los residentes rediseñar sus vecindarios para mejorar la movilidad y la cohesión social, reduciendo el uso del automóvil y priorizando los espacios para la interacción comunitaria.

Las ciudades de 15 minutos están más cerca de convertirse en una realidad que de ser una utopía. No solo mejoran la calidad de vida y reducen el impacto ambiental, sino que también promueven la equidad social. El reto para las inmobiliarias y los desarrolladores urbanos es integrar este enfoque en cada nuevo proyecto, con el compromiso de construir ciudades más humanas, accesibles y sostenibles.

Nos vemos pronto

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Equipo Insigth & Tendencias